Figatells y Bánh Mì: cuando Vietnam se cruza con València
Llevaba meses sin aparecer por saraos, inauguraciones o eventos. Entre la DANA y la rutina, lo de salir a probar cosas nuevas había quedado en pausa. Hasta que me propusieron una cata en el Mercado de Colón para conocer Bánh Mì by Ma Khin de Steve Anderson. Bocadillos vietnamitas, pan hecho a medida y un punto local que captó mi atención.
El sitio es pequeño, sin pretensiones. Una vitrina con ingredientes a la vista, recordando ligeramente a los puestos y pequeños de alguna ciudad asiática, pero con el orden, la modernidad y la calma de un local valenciano. Te montan el bocata delante, con las manos y sin artificio. Solo eso ya me ganó.
El bánh mì, por si alguien no lo tiene fichado, es el bocadillo más popular de Vietnam: pan tipo baguette, carne o tofu, encurtidos, cilantro, salsa… una mezcla entre lo europeo y lo asiático. Aquí lo trabajan con producto local y el resultado funciona. Me quedo con el crujiente de la zanahoria y el nabo, o con los sabores divertidos de sus salsas y maridajes.
Probé todos los de la carta. El de albóndigas vietnamitas fue mi favorito: jugoso y con esa mezcla de dulce, ácido y picante que no cansa. El de figatells, que han hecho por el 9 d’Octubre, es casi una declaración de intenciones. Resulta curioso cómo el paté —ingrediente base del bánh mì original— conecta con los sabores del figatell. Dos mundos que encajan sin tener que explicarse.
El de sepia tiene un punto fresco, con mayonesa tom yum y eneldo, si os soy sincero no sabría que ingredientes lleva la mayonesa tom yum pero la realidad es que es adictiva. También hay de panceta con salsa hoisin, de pollo satay con cacahuete, (su majada de cacahuete me transporta a los sabores del Pad Thai y me pareció muy interesante como se une el gasto del almuerzo con esta versión del Bahn mi) y una versión vegana con tofu marinado muy bien conseguida.
El pan, detalle importante, lo han ajustado hasta dar con la textura ideal para el clima de València: ligero, crujiente y sin que se rompa a la primera mordida.
Y las bebidas, un acierto. Limonada de mango y de coco, ambas hechas allí. Probé las dos y no sabría con cuál quedarme. Terminé con un café solo, potente y bien hecho.
El local está en la planta baja del Mercado de Colón, pegado a Ma Khin Café. Abren todos los días, de 12 a 00h menos los domingos que es hasta las 17h, y puedes pedir el bocata para llevar o sentarte en las mesas de enfrente. Hasta el 17 de octubre tienen el de figatells, pero ojalá se quede.
Nada más. Un sitio donde comer bien, sin rodeos, con sabor y con historia.
