CERVECERÍA AQUARIUM

Introducción

El Aquarium es uno de esos lugares en los que parece que el tiempo no ha pasado, en el que el oficio, el servicio y la atención han permanecido inalterables, y eso es lo que le confiere su carácter y autenticidad.

Buen producto, cócteles hechos como se deben hacer, sin florituras ni adornos, tal y como marca el manual… comida sencilla pero de gran calidad y unos protocolos de servicio de los que da gusto ver, aquella manera de hacer que en ocasiones me recuerda a los bares de Madrid, reconozco que cuando eso ocurre, a veces, me siento descolocado, será por el desuso o por la poca costumbre que tengo en que me atiendan de esa manera seria pero correcta, tratándome de usted y con corbata.

Quizá no sea uno de los sitios que te vengan a la mente a la hora de hacer un esmorzaret pero creedme que vale mucho la pena probarlo.

El espacio

Un local de lo más particular, decorado con madera barnizada como si de un barco se tratase, con una amplia barra a la izquierda, con un mobiliario burgués con solera, mesas y sillas cuya altura está por debajo de lo habitual pero que por arte del regocijo te van acomodando de tal manera hasta que llegas al punto en el que cualquier coctel y plato que se te antoje entran fácilmente sin pensar en la cartera.

Dispone de una terraza cubierta con una pérgola en el exterior, la única pega es que la gran vía está tan cerca que el ruido de los coches es constante.

Aquarium – Terraza y fachada

El esmorzaret

Hacia meses que iba detrás de su bocadillo de solomillo con salsa tártara para almorzar, por fin le hinqué el diente y ahí va lo que sentí:

Solomillo tierno, hecho al punto, jugoso y sabroso, panecillo pequeño y esponjoso pero de tamaño justo para almorzar. Me dejó con aquella sensación agradable de que lo bueno en su medida justa dos veces bueno y ahora no puedo parar de pensar en ir a tomarme otro. Aprovecho este post para reivindicar que para disfrutar de un buen almuerzo no es necesario que la comida te salga por las orejas, si el material es bueno todo en su justa medida es mejor.

La picaeta consistía en cacaus fritos y pelados, muy ricos pero eché de menos unas aceitunicas.

Aquí no hacen cremaet porque hacen una cosa que casi os diría que me gusta más: El Rocafull, maravillosa bebida valenciana a base de coñac y café helado, antiguamente el Rocafull se agitaba con clara de huevo para generar la espuma pero actualmente con un buen café y una extracción de máquina no es necesario incorporar la clara de huevo. Es una lástima que esta bebida haya entrado en desuso y no se encuentre fácilmente, de hecho creo que en Valencia centro se puede encontrar en el Aquarium y en uno o dos locales más.

Curiosidades

Fue inaugurado en 1957 y se ha mantenido intacto y con la misma estética desde la riuá. Pero lo que poco se sabe es que este bar lleva abierto desde finales de los años 30 ya que antiguamente era el bar del Cine Gran Vía 55 y que por detrás de una de las paredes conectaba con esta emblemática sala de cine.

Y otra de los tesoros mejor guardados del Aquarium es su Aurora Boreal, coctel que aún no he probado pero que está hecho a base de Whisky, helado de vainilla (el mantecado que le llaman) y café helado.

Nos vemos en los bares

Es de esos sitios que da gusto ir, que te transportan a tiempos en el que el glamour, la elegancia y el saber estar era una actitud, me recuerda a las películas de los años 70, a la dolce Vita y a los bares y terrazas de Mónaco visitados por Aristóteles Onassis ¿Os lo imagináis haciendo un esmorzaret en el Aquarium? seguro que él quizá no fue pero más de una ilustre figura de la alta sociedad se sentó en una mesa del Aquarium y disfrutó como cualquiera de nosotros, porque al fin y al cabo de eso se trata, de disfrutar con la comida y de la buena compañía.

Otras recomendaciones

Si quieres disfrutar de un producto espectacular para almorzar no puedes dejar de visitar: Alenar Bodega Mediterranea y El Trinquet de Pelayo.