Sangonera

.Hoy tocaba ir a por figatells en Gandía, una de las cunas del buen almuerzo en la Safor. Y lo hemos hecho con parada en un sitio que ya empieza a sonar entre los amantes del esmorzar: Bar Sangonera. Un local que equilibra tradición y modernidad, tanto en estética como en carta.

En la Safor los figatells no son solo producto típico, son casi un ritual. Si te estás preguntando dónde almorzar en Gandía, o más aún, dónde comer buenos figatells en la Safor, este sitio merece estar en tu lista. Porque cuando el figatell como producto tradicional se respeta, se trabaja y se sirve como aquí, el resultado es un auténtico disfrute.

El espacio

Desde fuera ya se intuye que no es el típico bar de barrio: paredes en tonos terracota, estética cuidada y un interior con toques modernos. Dispone de una terraza en el chaflán de la entrada y su interior tiene ese punto acogedor que te atrapa: sofás, iluminación cuidada y un ambiente agradable.

L’esmorzaret

El almuerzo en Bar Sangonera se mueve entre los 8,50 y los 10 euros en función del tamaño. Puedes elegir entre los bocadillos de la carta (todo un recorrido por los bocatas más tradicionales) o confeccionártelo al gusto. Si eres un buen Sangonera te recomiendo que lo complementes con unas buenas tapas, ahí va lo que nosotros almorzamos para que te puedas hacer una idea de como te lo puedes montar. 

Siendo un almuerzo en la Safor no podía faltar una ensalada con producto del terreno para empezar y unos buenos cacaus en corfa.

Tapas destacadas

  • Bravas con ajo arriero: unas buenas patatas crujientes por fuera pero tiernas por dentro, ligeramente picantes y con una variación maravillosa, en vez de ajo aceite llevaba una ajo arriero que le daba un toque espectacular.
  • Morro frito: Trozos medianos, crujientes por fuera pero carnosos y tiernos por dentro. Me recordaron a los del Bar Trópico y debo reconocer que es el estilo de morro que más me gusta.
  • Oreja a la plancha: La oreja está cortada a trozos muy manejables, está adobada con pimentón y si tuviera que destacar algo diría que llama la atención su rollo gelatinoso.

Bocadillos
En este punto se nota la tradición gastronómica de la Safor, tanto por las propuestas como por el producto que gastan. Puedes elegir clásicos como el Almussafes, Brascada, Chivito… o dejarte seducir por su producto más local: los Figatells.
Si buscas almorzar unos buenos figatells en Gandia aquí seguro que podrás saciar tu antojo. 

 

Uno de los bocatas que pedimos fue sin duda el de figatells (figatell típico de la Safor y la Marina Alta) a la plancha, aplastado para lograr caramelización, con cebolla pochada y mostaza. Una combinación con equilibrio, sabor y mucha personalidad. La intensidad del figatell especiado se compensa con el dulzor de la cebolla mientras que la mostaza le aporta un matiz ácido y avinagrado muy interesante. Debo decir que si hablamos de figatells como producto tradicional, Sangonera sabe cómo tratarlos.

Una de las cosas que me me gustaron es que a la hora de elegir el bocata tienen dos opciones, puedes elegir entre los de su carta o puedes confeccionarte el tuyo a medida. Y con esa modalidad, nos decantamos por una combinación que nunca falla en el almuerzo valenciano: longaniza, queso, bacon, cebolla y huevo

El cremaet

Un buen esmorzaret debe terminar con un café o con cremaet. En el Bar Sangonera trabajan con Cafés Climent, un tostador de café de la zona, y tanto el café como el cremaet es tostado y destilado por ellos mismos. En Sangonera utilizan el cremaet destilado por el proveedor Climent como base pero lo personalizan macerando algunos de los ingredientes básicos con el que se elabora para potenciar algunos matices: limón, canela y café.

Nos vemos en los bares:

Bar Sangonera es una joya para los que buscan dónde almorzar en Gandía con un rollo moderno pero con autenticidad.

Se respira Safor y tendencia, se mastica tradición e innovación. Y sobretodo se saborea buen producto y uno de los mejores figatells de la zona.

Si te preguntas dónde comer figatells en Gandía o si simplemente quieres redescubrir el figatell como producto tradicional, Sangonera es un sitio más que recomendable.

Un bar de almuerzos al más puro estilo del Bar Cremaet o Bar Mistela  de Valencia. Pero en este caso lo puedes encontrar en la Comarca de la Safor. 


Tonyina Barra & San Pastrami

Tonyina Barra y San Pastrami irrumpen en el universo del almuerzo reinterpretando los clásicos con bocadillos de pastrami y productos de toda la vida.

No son bares de almuerzo al uso, pero lo que están haciendo aquí con los bocadillos es digno de mención. Román, su creador, tiene un talento especial para combinar sabores y reinterpretar clásicos valencianos con un giro inesperado, como por ejemplo los bocadillos de pastrami, o mezclar figatells de la marina alta con champiñones con salsa Mery.

Ácidos, picantes, sabores especiados y capas de pastrami cortado al milímetro crean una experiencia que no te deja indiferente.

Si buscas un almuerzo distinto, con ingredientes de siempre, pero llevados más allá tienes que probar estos dos sitios.

El Espacio

Están ubicados dentro de Mercader Cabanyal y tienen un concepto de mercado/barra gastronómica más que de bar tradicional de esmorzarets. No esperes vitrinas repletas de bocadillos, aquí cada pieza se monta con mimo y al momento. El espacio es acogedor, con un estilo desenfadado y una atmósfera de street food mezclando tradición con modernidad. 

Te puedes tomar el almuerzo tanto en el interior como en sus terrazas exteriores una de ellas con mesas altas como si de una calle entre naves se tratase o en la zona de mesas bajas rodeadas de árboles autóctonos.

Salón interior restaurante
Zona interior
Taburetes de restaurante
Tonyina Barra
Vitrina de bar
Vitrina: Gildas, coliflor y alcachofas
Cocina de un bar
Vitrina y cocina de Tonyina Barra

 

 

 

 

 Aparcar no es fácil, pero hay el parking del mercado municipal del Cabañal de pago está muy cerca para los que vengan en coche.

L’esmorzaret

En cada uno de los locales tienen bocadillos diferentes. Mientras que en Tonyina Barra llevan las recetas tradicionales más allá, en San Pastrami reinventan los bocadillos clásicos con sus Pastramis, los cuales son elaborados por ellos mismos siguiendo su fórmula y la receta tradicional lo que conlleva que maceren las carnes durante días y las cocinen a muy baja temperatura durante horas.

Ya era hora de que alguien trajera el pastrami al almuerzo valenciano y en San Pastrami lo han hecho con una ejecución impecable. Con su bocadillo de Brascada de Pastrami han conseguido que la combinación de pastrami, cebolla, jamón y queso de cabra desemboque en una mordida jugosa y tierna, con el equilibrio perfecto entre dulces, salados y especiados. Debo decir que cualquiera de sus bocadillos de Pastrami son una maravilla, hace unos meses probé el de Pastrami «Esmorzaret» con all i oli de mostaza, ajos tiernos y queso brie y fue una auténtica locura.

Bocadillo de pastrami con salsa mostaza y queso brie
Pastrami «Esmorzaret»
Bocadillo de pastrami
Brascada de pastrami
Bocadillo de pastrami
Pastrami «Esmorzaret»

 

 

 

 

 

En cambio, en Tonyina Barra probamos algunas tapas y dos de sus tres bocatas: El Almussafes y el Super bombón de figatells.

El Almussafes llevaba huevo, sobrasada, cebolla y queso: un bocata ultra meloso y bien empapado con los jugos y la grasa de la sobrasada. Todo un imprescindible si eres fan de este bocadillo.

Por otra parte probé El súper bombón de figatells, toda una oda al almuerzo y a los productos valencianos. Por un lado, inspirado en el mítico Súper bombón de La Pérgola juntando la salsa meri, patatas panaderas, mayonesa especial y los clásicos champiñones presentes en todas las vitrinas de almuerzo con un producto tan identitario de la cultura gastronómica de la Marina Alta como los figatells. Se trata de una receta de aprovechamiento de antaño que debería estar especiada y con notas de sabor características de la casquería como hígado y en ocasiones riñones. Tonyina Barra lo ha adaptado a todos los paladares haciéndolo accesible a los gustos de la capital, menos acostumbrados a este manjar. Su figatell es suave, con muy poco o casi inexistente sabor a hígado, y además, no lleva mantenilla, esa telilla que envuelve el figatell y le aporta el sabor y la textura grasa característica de ese producto. 

Y para acompañar el almuerzo, torreznos crujientes con un punto picante que se deshacían en la boca gracias a la melosidad de su grasa. Una ensaladilla rusa muy suave, que recordaba a la de los veranos junto a la playa aderezada con trocitos de guindilla verde y su jugo avinagrado. Todo eso acompañado también con una bravas.

Bocadillo Almussafes con huevo queso y cebolla ponchada
Almussafes con huevo
Tapas españolas
Torreznos, patatas bravas y ensaladilla
Bocadillo super bombón de figatells con patata panadera, queso, champiñones y salsa Mery
Bocadillo súper bombón de figatells
Torrezno
Torreznos
Bocadillo Almussafes con huevo queso y cebolla ponchada
Almussafes con huevo

 

 

 

 

 

 

 

El Café

A la hora del café se tiene que pedir en la barra central del espacio, donde sirven las bebidas. No hacen Cremaet, si hacen carajillos y hay que decir que es un buen café.

Nos vemos en los bares 

Si eres de las personas a las que le gusta disfrutar de almuerzo llevados un poco más allá pero con un pie puesto en la tradición no seguro que disfrutarás probando las creaciones del Mesón Canela, Cal Carrero o los del bar Cremaet, Mistela o Cassalla. Os dejo algunos post de los bares mencionados.