La sencillez hecha grande, es lo que se me viene a la cabeza para expresar las sensaciones cada vez que he comido en el Astrónomo… no sabría decir exactamente que es pero hay lugares en los que cuando entras todo parece funcionar, dónde las cosas parecen estar colocadas dónde tienen que estar, son sensaciones imperceptibles pero es lo que hace que quieras volver, repetir y pasar un buen rato disfrutando de la comida con los amigos… pues esto señoras y señores es lo que sucede tanto en el Astrónomo como en el Observatorio… Sergio Mendoza es ese mago en la sombra que, como si de un director de arte se tratase, aplica la proporción áurea del diseño tanto al espacio como a los platos.
El Astrónomo acaba de entrar en mi TOP 5 de espacios Gastroesmorzaret, así que a partir de ahora veréis la Insignia Esmorzaret en su puerta.
El espacio
Ubicado al lado del mercado de Jesús, el Astrónomo respira sencillez, una atmósfera entre tradición y modernidad difícil de explicar, donde se mezcla mobiliario dispar, piezas antiguas vueltas a la vida y lamparas de diseño hechas a mano.
Dispone de mesas tanto dentro como en la terraza.
El esmorzaret
En el astrónomo le han dado una pequeña vuelta, gastronómicamente hablando, al esmorzaret. A cada plato le dan un punch extra que no te esperas y que mola mucho, por ejemplo: las aceitunas están ahumadas, los altramuces los sirven con mantequilla y sal negra, al mítico bocadillo de panceta con coliflor lo catapultan a otro nivel gracias a su mayonesa hoisin y al hecho de cocinar la panceta a baja temperatura… y así en cada plato hasta llegar al cremaet.
Cada uno de los elementos del almuerzo valenciano se pide por separado, así cada uno estructura como prefiere picaeta, tapas, bocadillos y café.
Nosotros arrancamos con unos licuados de apio para beber, sí… habéis oído bien y al verdad es que me encantó, refrescante, ligero y no mata el sabor de ninguno de los platos, también os tengo que decir que tienen cerveza, vino, agua… y gin tónics para luego.
Arrancamos con las aceitunas ahumadas y los altramuces con mantequilla los cuales me parecieron brutales.
Continuamos con los bocatas, probamos los 3 y me gustaron los todos pero tengo que decir que cuando regrese me pediré de nuevo el de panceta con coliflor y mayonesa hoisin, ¡me encantó!. Y ojo porque el de sepia a la brasa con jamón y alioli también me pareció brutal, equilibrado y una mezcla de sabores de esas que te piden otro bocado. Y por cierto, una de las cosas que más valoré es el increíble pan con el que trabajan, ligero, sabroso y crujiente.
Y para terminar tuve que tirar de las orejas a Sergio porque no tenía cremaet, pero raudo y veloz se puso manos a la obra y a partir de ahora ya lo tienen en su carta.
Me pareció un almuerzo sabroso, de cantidad perfecta para poder continuar con la mañana y con un precio acorde con la calidad, así que como frase final os diré que ya tengo ganas de volver.
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