Bar Els Estanys

Ya he desbloqueado otro sitio donde almorzar en Castellón, concretamente en Almenara, al plato y de brasas. Hay sitios que tienen algo que hace que todo te sepa mejor. No sé si son las expectativas o el hecho de no haber oído hablar nunca de ese bar, el comboi, o el hecho de estar almorzando un viernes sin más preocupaciones que decidir el plato y disfrutar de la comida.

Pues esto es lo que me pasó en el Bar Els Estanys de Almenara, quizá para otras personas no sea nada del otro mundo pero a mí almorzar allí me supo a gloria. 

El Espacio

Es un bar muy pequeño pero con una terraza amplia bajo un porche de madera.

Está ubicado dentro del Parque Natural de Els Estanys del Mareny, pegado al centro observatorio de aves. Tras unos 45 minutos de coche saliendo desde Valencia llegué a Almenara para almorzar, no tiene rótulo alguno y me lo pasé de largo, di la vuelta, subí por un terraplén de tierra y al ver un montón de troncos de madera supe que ese era el sitio. 

Alrededores del Bar Els Estanys de Almenara

 

El Esmorzaret

Allí me recibió Hector Merienda, el convocante. Y Pedro, el dueño, un hombre grande con pelo blanco.

La cosa fue sencilla, se almuerza al plato y únicamente los viernes (al menos en agosto, tengo que preguntar si el resto del año es igual). A la hora del almuerzo no tienen tapas, únicamente almuerzo al plato. Nota, por lo que me han dicho al medio día hacen unas paellas a leña de escándalo.

Pedimos un almuerzo completo, que consta de varios embutidos a la brasa, acompañado de huevo frito con puntilla y patatas fritas. Yo no soy mucho de chorizo ni de morcilla pero las disfruté como nunca, también iba acompañado de longaniza y panceta. Las patatas me dejaron pensativo, eran blanditas por dentro, fritas por fuera pero como con una capa de rebozado o algo parecido, no sé, me gustaron mucho pero no sabía realmente como estaban hechas, así que tuve que contrastar con un colega cocinero y llegamos a la conclusión, que no tiene porque ser la verdadera, que quizá debían de estar cocidas previamente y luego fritas. Que estuvieran enharinadas o rebozadas con algo ya no lo sé, pero lo que sí sé es que las disfruté a tope.

Por cierto, las olivas partidas del gasto me parecieron brutales, sencillas, buen sabor y un toque ácido que me hacía coger una detrás de la otra, creo que Héctor no llegó a probar ninguna.

Ya os digo, igual el almuerzo no es para tanto pero yo me lo gozé al más máximo nivel, cuando de lo más sencillo disfrutas como el que más para mí es épico.

El Cremaet

Tras el disfrute máximo llegó el cremaet como colofón, y digo colofón porque fue la guinda del pastel. Pedro se acercó con un cremaet clásico de coñac en vaso de barro. Tenía el punto justo de azúcar como para que el coñac tuviera presencia pero sin ser demasiado fuerte. 

Curiosidades

Los días de almuerzo son los viernes y únicamente los hacen al plato. No hay tapas durante el almuerzo pero parece ser que sus paellas son brutales.

Vino autóctono para almorzar en Almenara bar els estanys

Nos vemos en los bares

En pocos sitios he tenido estas sensaciones de satisfacción máxima durante un almuerzo, son sensaciones que no giran entorno al mejor bocata, o el más original o el más caro, va de conectar con las cosas, conectar con el sitio, la comida y sobretodo con el comboi, así que, consejo: almuercen siempre con buena gente.

el cierre de un almuerzo al plato de brasas en Almenara

Si tuviera que recomendaros otros sitios en los que he tenido sensaciones similares os lanzarías los siguientes bares y terrazas: el bar Torrent de la Eliana, el Bar Batiste cerca de la finca roja, Ca la Curra y Cal Carrero. Os dejo los post de los sitios por si queréis echarles un vistazo.

Bombo de Xeraco

Fuimos entre semana, el nombre del bar no coincidía, no veíamos «El Bombo de Xeraco» por ningún lado, pero google Maps nos indicaba que esa era la dirección.

Entramos desconcertados, subimos las escaleras sin saber si estaba abierto e incluso si estábamos en el lugar correcto, estaba vacío, medio a oscuras y con una sola mesa larga de jubilados, me sentí como quien se cuela en una fiesta a la que no ha sido invitado. El resto de mesas estaban vacías y desprovistas de sillas, cogimos unas de una torre en la que estaban apiladas. En cuanto nos pusieron el mantel de papel todo empezó a cuadrar, aunque no tenía ni idea del funcionamiento ni qué pedir, fue fácil bastante sencilla: Solo tienen coques.

El Espacio

Un bar muy sencillo, con mucha solera. Un salón muy amplio, con una barra metálica a la derecha. Las mesas estaban sin montar y las silla apiladas. 

En su interior había ambiente de pueblo con una buena colla de jubilados terminando su almuerzo.

En las paredes tienen fotos de los dueños cuando eran jóvenes y de la banda donde tocaban.

El Esmorzaret

El gasto estaba formado por una buena ensalada con olivas y unos cacaus con cáscara.

Ensalada

En el bombo se almuerza de coquetes, las cuales pueden ser de capellanets torrados a la flama o con el mullaor típico de atún, huevo cocido rayado y anchoas (como particularidad aquí no lo ponen con tomate frito) también nos contaron que realmente sus coques ya no llevan maíz si no que las elaboran únicamente con trigo.

El capellán es un producto típico de las Comarcas de la Safor y de la Marina Alta, es un manjar que proviene del secado que hacían los pescadores con la brisa marina del bacallaret o bacaladilla (antiguamente era un pescado de descarte pero actualmente es muy preciado, por sabor y textura).

Capellanet

Almorzar de coques es una maravilla, cada uno se monta su propia coqueta, con la cantidad y con lo que quiere. Su mordida es placentera, agradable y muy adictiva. si te descuidas te puedes comer varias de una sola sentada, parece que no llenan pero cuando te levantas la cosa cambia. Yo me comí 3 y me quedé perfecto, pero me contaron que una vez un hombre se comió 12. 

Curiosidades

El Bar se llama Bar Avenida pero se ha popularizado con el apodo del propietario ya que 

Su mullaor de atún con huevo a diferencia de otros lugares no lleva tomate frito. Y la masa de las coques actualmente ya no la elaboran con maíz, si no únicamente con trigo.

 

Nos vemos en los bares

Cada vez me gusta más descubrir nuevas maneras de almorzar, platos muy concretos y recetas tradicionales, así que si os gustan estas pequeñas joyas del almuerzo echad un vistazo a los post sugeridos

Bar Centro

Tocaba Concilio Esmorzaret y me tocaba a mi la responsabilidad de que Valmorzar, valenciaalmuerza, almorsardecategoría y Arnau de la rutadelsesmorzars disfrutasen como locos. 

 

Mucha presión, y poca broma con llevar a almorzar a este grupete, pero si algo tenía claro es que el encuentro iba a girar entorno a la casquería. Así que puse todas mis expectativas en el Bar Centro y la realidad es que las ha superado, solo tengo que decir que sus platos han conseguido que Bernard de valenciaalmuerza se pase al universo de los callos, entresijos y gallinejas.

Lo he visitado en dos ocasiones, una en 2021 con el protocolo covid a tope y esta vez, ambas me han encantado.

El espacio

Está ubicado en uno de los límites de Albalat dels Sorells, en plena Horta Nord, con lo que simplemente por el trayecto viendo la huerta valenciana ya vale la pena.

Tiene dos terrazas, una cubierta y otra al aire libre al solete. Una de las cosas que me ha llamado la atención cada vez que he ido es la luminosidad y la luz que da en esa calle, me da muy buen rollo.

Terrazas

Dentro tiene dos espacios, una que es la del bar con una barra y la otra que sería más bien la zona de salón.

El esmorzaret

Entras en local, vas directo a la cocina y allí te encuentras con Pedro y su maravillosa vitrina con todo los platos perfectamente etiquetados y cubiertos con film. Hablas con él, te dejas aconsejar y únicamente te queda decidir que poner en el bocata o en el plato.

Surtido en cocina

Nosotros hemos jugado a compartir varias tapas y un bocata. Hemos arrancado con unos callos con morro el cual ha sido suave y agradable, diría que muy apto para todos los públicos. Una lengua en salsa con un sabor y una textura maravillosa, casi casi se deshacía en la boca y unos riñoncitos a la plancha turgentes y sabrosos.

Por otro lado, hemos probado su morro frito y os tengo que decir que me he enamorado,  eran un poquito crujientes pero muy blanditos por dentro, en su interior predominaba la carne a la grasa y una vez he probado el primero ya no he podido parar. Hablando con Pedro (el dueño) me ha comentado que invierten muchas horas en preparar el morro y que lleva varios procesos.

También hemos probado su oreja melosa, con el nombre me imaginaba otra cosa pero la realidad es que juega en la liga del crunchy y de lo blandito. La zona del cartílago es crujiente y la de la carne melosa y con mucho colageno, pocas he probado de este estilo.

En cuanto a bocatas nos han sacado el de tiras de pollo, cerdo, patatas y salsa de curry. Si vais vale la pena probarlo, básicamente porque como éste no lo hacen en ningún otro sitio y porque está muy bueno. 

Curiosidades

Llevan desde 1985 dando servicio, Pedro está al frente de la cocina y la verdad es que todo lo que he probado me parece brutal.

Os diría que no he probado lengua en salsa igual en toda Valencia y también os digo que su morro frito ha entrado a romper el Top List de Morro Esmorzaret.

Riñoncitos con all i oli

Por cierto, su all i oli de huevo pasteurizado es maravilloso.

Nos vemos en los bares

Ahí van algunos bares que me recuerdan al estilo del Bar centro, ya sea por localización, estilo o propuesta.

Ca Rakel

Ca Rakel tiene sello propio, tanto por el espacio como por la comida. Rakel le ha impreso su estilo a todo el lugar. 

Los platos de la carta se salen de lo habitual, los bocadillos están pensados, elaborados, cada uno de ellos es diferente y original con algún elemento a destacar. Tiene muchas referencias con carne de caballo, aunque también puedes encontrar secreto ibérico o pollo. En su carta no encontrarás una tortilla de patatas pero sí un buen morro frito o una oreja a la plancha picante. Nos contó que le gusta innovar y jugar con los sabores cogiendo e inspirándose en platos que va probando en sus viajes dentro y fuera de España.

Carta

El horario del local también se sale de lo común, únicamente abre entre semana y su oferta es la misma desde las 9 de la mañana hasta las 15h, es decir te puedes tomar el mismo bocata para desayunar, almorzar o comer. A las 16h se cierra la cocina y a las 16:30h el local. 

A las 9h el local ya está lleno, echadle un ojo a la sección de curiosidades al final del post si quieres saber con quién te encontrarás si vas a Ca Rakel a almorzar a esas horas.

Y si queréis un consejo: Reservad si queréis hacer un buen esmorzaret.

El Espacio

El espacio es pequeñito pero muy bien aprovechado. A mí, particularmente, me recuerda a un chiringuito de playa, con muebles envejecidos de tonos azules y blancos, en general se respira un rollito a verano.

Tiene varias mesas dentro y fuera. Yo siempre me he sentado fuera, calle tranquila y agradable.

El Esmorzaret

Hacer un resumen de este almuerzo no es tarea fácil, he ido en dos ocasiones y todo lo que he probado ha estado muy bueno. 

He probado sus croquetas, torreznos, morro, oreja, cremaet y varios bocatas. Si solo pudierais ir una vez en vuestra vida os diría que probarais su morro frito, el bocadillo de cachopo con crema gorgonzola, el de brascada o el de Valencia almuerza con su salsa ahumada. Todos ellos con carne de caballo.

El morro es una maravilla, bien frito, no aceitoso, crujiente por fuera y tierno por dentro. Éste y el del Bar Trópico son mis favoritos.

Morro frito

Su oreja a la plancha es de sabor intenso por el adobo y con un toque picante (el rollito picante no lo he visto en ningún otro lado).

Oreja a la plancha

En cuanto a los bocatas, diría que el de Cachopo es uno de sus imprescindibles, básicamente porque no lo vas a encontrar en ningún otro lado y porque está brutal. El cachopo es de carne de caballo muy finita, jamón serrano y queso fundido que regalima en cada mordisco, le acompañan unas patatas fritas. Si eres de los que lo dan todo cuando almuerzas: lo puedes coronar con uno o varios huevos fritos.

Otro imprescindible es el bocata ideado por Bernar de @valenciaalmuerza: Carne de caballo, filamentos de cebolla, patatas, bacon y salsa secreta con un toque ahumado. Inicialmente este bocata llegó para estar una temporada pero ya se ha hecho un hueco definitivo en la carta.

Bocata de Valencia Almuerza

Otro que me encantó fue el de brascada de carne de caballo. Con este bocata @almorsar_et y yo coincidimos plenamente. El tomate rallado, el jamón serrano junto con la cebolla pochada le dan una frescura adictiva a cada bocado.

Bocata Brascada

En mi última visita también probamos su propuesta para el concurso del bocata de la Terreta. Un bocata diferente, original y dulce a partes iguales. Si te mola el dulce en los bocatas tienes que probarlo, su cebolla caramelizada en horchata contrasta con la crema gorgonzola. 

Bocata de la Terreta

A la hora del café Rakel también tiene cosas guays, además del cremaet puedes finiquitar el almuerzo con un Asiático: Leche condensada, cremaet de ron, crema de leche, café, canela y granitos de café.

Curiosidades

A primera hora está lleno de Policías, pero cuando digo lleno es que no cabe ni un alfiler. Como he dicho antes, el local es pequeño y si no reservas lo más probable es que no tengas mesa y tengas que esperar a que se libere alguna.

Nos vemos en los bares

Hay propuestas que me parecen súper interesantes tanto por el enfoque como por como se percibe la esencia de quién lo regenta. En este caso Rakel le imprime su sello y su personalidad, tanto al espacio como a todos los platos.

Me parece súper valiente y honesta la propuesta de Rakel, tanto por las referencias en carta como por los horarios que tiene el espacio.

Rakel

Por más propuestas como ésta y por más proyectos impulsados por gente joven y con ganas. Os dejo otros locales descubiertos en 2022 y que lo están petando.

La Chata

La Chata ya llevaba varios años en el barrio, con lo que se podría decir que no es nueva pero lo que sí se puede afirmar es que ha evolucionado. Ha pasado de ser una tienda de ultramarinos ubicada en los puestos exteriores del Mercado de Ruzafa a convertirse en un restaurante con desayunos, almuerzos, comidas y cenas sin perder su esencia y productos de ultramarinos.

La Chata Ultramarinos

Clarisa y Sergio vienen del mundo de la hostelería, la pandemia les hizo replantear su negocio y apostaron por un ultramarinos, tras varios años han decidido unir ambos universos creando un espacio dónde conviven el restaurante y la tienda.

Sergio y Clarisa

El concepto me parece brutal porque tanto te puedes pedir un bocata/plato de su carta, como que puedes pedir que te descorchen un vino o ponerte fino a conservas y latas gourmet. 

El Espacio

El local se encuentra en el número 4 de la calle Literato Azorín casi en la esquina con calle Cádiz. (Mapa Esmorzaret)

Terraza

Es un local pequeño, acogedor y con un estilo rústico el cual se va abriendo a medida que vas entrando, tiene mesas altas (de esas en las que apetece tomarse un vino con un buen queso), mesas bajas, un patio interior y una terraza en la calle con varias mesas.

Las fotos antiguas de las paredes no son solamente para decorar, si queréis saber un poco más echadle un vistazo a la sección de curiosidades del post.

El Esmorzaret

Os tengo que reconocer que ya he ido varias veces, aún no he probado toda su carta de bocadillos pero me quedan pocos. Cada vez que voy me pongo nervioso y fino también, hasta la fecha todo lo que he probado ha estado muy bien. Creo que mis nervios disminuirían si dieran la opción de poder disfrutar de un almuerzo degustación, donde pudieras hincarle el diente a cada bocata con ese pan crujiente recién terminado en su horno. Pero, como esa alternativa todavía no existe, he tenido que ir varias veces.

Carta de almuerzos

En cuanto al almuerzo la cosa pinta muy bien. 

En el puesto número uno me quedo con el bocata de carne de caballo (El Luisito), me flipa la mostaza antigua con la que lo sirven, le da un toque ácido que hace que mis papilas gustativas se pongan las pilas. La carne de caballo a pesar de ser un poco más gordita (en comparación con otros bocatas de caballo) se muerde muy bien, y eso my Friends, es porque en realidad es potro, lo que le confiere un sabor suave que combina a la perfección con los ajetes tiernos y las patatas panaderas. Nota: el jugo con el que va bañado todo el bocata en su interior es maravilloso. Os lo he dicho es mi NUMBER ONE de su carta.

El Luisito

No perdamos de vista su propuesta con sobrasada, cebolla y queso (Alboraya). Dos veces probado y dos veces me ha flipado. Os cuento un secreto, no puedo con el rulo de queso de cabra, pero no me preguntéis como lo hacen pero en comunión con el resto de ingredientes me ha encantado. Number TWO adjudicado.

Bocata Alboraya

Vamos con la tercera opción de «La Chata Ranking»: «La Cañada Poble» es us propuesta de bocadillo de chipirones encebollados en su tinta. Lo primero que piensas es: ¡ostras! este bocata está muy negro pero luego piensas, ¡Ua! este bocata es muy top. Este también lo he probado dos veces y tengo claro que no será la última. 

La Cañada Poblet

El de puntillas rebozadas alias «Celestino» ostenta el 4 lugar del clasificación, no porque sea desmerecedor de un primer puesto si no porque el de caballo me robó el corazón y como sin darme cuenta he empezado a escribir esta sección a modo ranking, y mira que no quería, he tenido que continuar con la trayectoria si no quiero tener que reescribirlo todo. El Chipirón es pequeño, con sabor a lo que toca, el rebozado no es pesado ni aceitoso, dentro del pan y con los otros ingredientes crea una buena sensación: ni seco ni aceitoso… más bien jugoso.

Celestino

Si tuviera que resumir el esmorzaret en la Chata Ultramarinos diría que me parece espectacular la carta de bocadillos, creo que tiene la medida y la variedad justa. Bocatas clásicos, bocatas más especiales, opciones veganas, vegetarianas y con productos del mar. Y una cosa que siempre se agradece es que aunque te pongas hasta las trancas no sales con una sensación pesada.

Antes de estos bocatas nos tomamos unos mejillones, el vino con gaseosa fue con un vinazo y de postre ya se sabe que se termina con un cremaet.

Cremaet

Curiosidades

La Chata y el Chato eran por un lado la abuela de Sergio y el abuelo de Clarisa. Sus abuelos, al igual que ellos, eran apasionados de la gastronomía, de la cocina y del buen comer. La Chata Ultramarinos recibe el nombre en recuerdo y honor a ellos.

 

 

Nos vemos en los bares

Siempre he pensado que almorzar en Ruzafa es complicado, igual me equivoco, pero hasta ahora los podía contar con dos dedos de la mano, ahora ya los puedo contar con tres. Mientras se alineen los astros para que pueda regresar a almorzar por el barrio me he llevado varias latas, quesos y vinos para tomar en casa.

Si os gustan los bocadillos reinventados, gourmet o de autor echadle un vistazo a los bares que os he dejado al pie de este post y si os derretís con los bocadillos de carne de caballo os dejo también mi Top List Bocatas Carne de Caballo.

Bar Júcar

Intro

Ubicado junto al Mercado del Cabanyal el Bar Júcar lleva más de 60 años abierto. Es un local que ha tenido varios dueños pero desde hace 7 lo llevan David y su socio. La cocinera es top, la vitrina es guay y cada mañana a primera hora tienes un buen perol de all i pebre, caracoles y otras cosas varias con productos del mercado. 

Nada más poner un pie en el local tuve el presentimiento de que el esmorzaret iba a ser de los espectaculares, y no me equivoqué. No sé si fue por el buen olor que salía de la cocina, el ambiente de los comensales o los ánimos del momento pero esa sensación de «esto promete» me pego directamente en el pecho.

El Espacio

Un local mediano, con grandes ventanas que dan a su terraza, era junio y estaban abiertas, en la calle hacía calor pero gracias a los ventiladores de techo se estaba muy bien. Si no me equivoco en su terraza y fachada da la sombra hasta las 12h aproximadamente.

Tiene varios mostradores y una cocina pequeña abierta. Llama la atención su pared forrada de fotografías del barrio, clientes y personalidades del Cabanyal 

El Esmorzaret

El esmorzar fue para titanes, la visita al Bar Júcar fue propuesta por almorsaret como una de nuestras quedadas mensuales del concilio de almuerzos. Probamos tantas referencias que voy a ir al grano con su descripción.

Como resumen os diré que su bocata de la casa, las ancas de rana y sus zarajos sin un imprescindible de su carta.

Picaeta: buenas olivas y cacaus en corfa servidos en menaje de metal. 

Amantes de los zarajos aquí vais a disfrutar. Zarajos suaves pero con sabor, cocinados al punto, jugosos, blanditos y turgentes.

Mollejas de gallina en salsa: blanditas, tiernas pero esponjosas

Un All i pebre: bueno, anguila sabrosa, turgente y con unas patatas al punto.

Las ancas de rana me fliparon, con un rebozado ligero y con una textura parecida al pollo pero con un sabor mucho más suave.

Un torrezno bueno, crujiente y con pimentón. Un pulpo sabroso y super agradable. Una oreja a la plancha intensa, con colágeno y buena.

Bocatas muy bien, los preparan al momento. Nos los sacaron de barra entera para compartir. A destacar el de la casa con su entrecot de ternera cortado ultrafino, conservado en aceite, ajetes tiernos, patatas a lo pobre y un all i oli hecho con leche.

El otro bocata era de carne guisada con patatas (en este punto había comido tanto que casi no lo pude disfrutar)

También nos sacaron unos figatells en cazuela, nunca los había comido así y el estilo me recordó al rostit de pollo que hacía mi abuela.

Lo rematamos todo con un cremaet y algún digestivo.

Curiosidades

Es un bar que lleva toda la vida en el barrio, su pared está forrada de fotografías tanto antiguas del barrio así como de personalidades singulares del Cabanyal. 

Nos vemos en los bares

Hay bares con los que conectas, bares en los que tienes ganas de volver y compartir. El Bar Júcar ha despertado estas sensaciones en mí. Si la cosa no cambia y sigue así, es muy buen sitio si uno quiere disfrutar de un almuerzo con todo lujo de detalles y variedad.

 

La Mesedora

Intro

En hostelería se dice y se palpa que el oficio se está perdiendo, que ya no es como antes y que cuesta encontrar sitios donde los propietarios y el personal quieran hacer carrera en una profesión sacrificada y gratificante a partes iguales. 

Tras haber almorzado con Sergio, el pequeño de los 3 hermanos (Gerardo, Jaume y Sergio) impulsores de La Mesedora no puedo evitar pensar en que significa tener oficio, qué implica y cómo se traslada en la actividad del día a día de un bar o restaurante. 

Si nos ceñimos al significado del diccionario encontramos que la palabra «oficio» tiene dos acepciones:

I. Dominio o conocimiento de la propia actividad laboral.

II. Actividad laboral habitual, especialmente la que requiere habilidad manual o esfuerzo físico.

Yo me identifico sobretodo con la primera. Para mi el oficio no se limita únicamente en saber servir las mesas, bebidas y comidas, es más una actitud ante el trabajo, el producto y la profesión, una actitud cuyo objetivo es dar buen servicio acompañado de la propia satisfacción de estar haciendo las cosas de la mejor manera que uno puede y sabe.

Os cuento todo esto porque hablando con Sergio me di cuenta que para ellos es fundamental dar el mejor servicio posible, mejorar en cada aspecto relacionado con el negocio, innovar y modernizarse para mejorar los procesos, formarse constantemente para hacer que este proyecto nacido una semana antes del confinamiento de 2020 pudiera ser la continuación de todo el esfuerzo hecho por sus padres con su anterior restaurante.

El Esmorzaret

En La Mesedora llevan la experiencia del almuerzo un poco más allá, con propuestas de autor, menajes interesantes y digitalización.

Un buen almuerzo debe ir precedido de una picaeta. Aquí el arranque lo marcan unas buenas olivas aliñadas y/o normales (en ambos casos son carnosas y sabrosas) junto a unos cacaus pelados, fritos por ellos mismos y aderezados con cúrcuma y sal.

Tienen una amplia carta de bocadillos clásicos y de autor, como uno no sabe nunca cuando va a poder volver me fui directo a la sección Gourmet.

Me pareció brutal que tuvieran una propuesta con mero y muy interesante que lo pudieras terminar de condimentar al gusto con polvo de Cacau d’or. Sus brotes tiernos de mostaza y su tomate natural le dan un toque sano y fresco que me pareció maravilloso.

También probé «El Vegà», bocata 100% vegano a base de heura, patata, ajos tiernos, mayonesa de membrillo y queso vegano. La heura está rebozada y frita, la mayonesa le da un toque dulce y los ajos tiernos y la cebolla crispy le confieren texturas diferentes en cada mordida. Si queréis podéis echar un vistazo a la Bocata Review que hice de este bocadillo.

Menos mal que iba de la mano de Sergio y me dijo que no me podía marchar de su casa sin probar las patatas bravas de cheddar y bacon. Si hubiera ido por mi cuenta de incógnito no las hubiera probado y nunca hubiera sabido el tesoro que alberga ese plato en forma de patata gigante en el que las sirven. 

Por último le hinqué el diente a «El caballó», interpretación del bocata más icónico del almuerzo valenciano, un bocata de carne de caballo diseñado para que lo disfrutes mientras la yema del huevo empapa los finos filetes de la, sabrosa e intensa, carne de caballo. Si no vas con ojo la yema de huevo también puede recorrer tus dedos mientras mordisco a mordisco te terminas este mítico de los esmorzars valencians.

Os recomiendo ir en comboi y compartir varios platos para que podáis abarcar al máximo su carta. 

El Cremaet

En la parte del cremaet me voy a extender más de lo habitual porque hay bastantes cosas que contar en torno a la versión que han creado de este icono del esmorzaret.

 

Su afán por mejorar e innovar les ha llevado a desarrollar un peculiar cremaet de autor, no solamente por el aspecto hipnótico y atrayente que le confiere el colorante de «polvo de Oro» si no por la mezcla de distintos alcoholes que han formulado hasta crear un cremaet brutal.

Un cremaet sin un buen café puede estar bueno pero estará mejor si el café está a la altura de tal manjar. Sergio me dio una master class entorno al café que utilizan, porque lo utilizan, las proporciones de mezcla de arábica y robusta, y porque sus máquinas de café están a medio camino entre las de hostelería y las de especialidad. Gracias a la pasión de Jaume y Sergio por el café han encontrado un equilibrio entre: Dar un buen café controlando variables de la máquina (cosa que las de hostelería convencionales no permiten) y poder atender con rapidez los picos de demanda de cafés en hora punta.

Y hablando de cremaets, me dieron a probar un postre que voy a recordar como el mejor tiramisú de cremaet que he probado. Mar, pareja de Sergio, es la artífice de tal maravilla. Yo no soy mucho de tartas y menos de terminar el esmorzar con un postre dulce, pero este tiramisú me ha roto los esquemas. Es ligero, esponjoso y de sabor brutal, el único problema es que no te das cuenta y te lo has terminado, creo que debería estar prohibido.

El Espacio

Está ubicado en el polígono de Algemesí. Es un local de corte actual con un amplio salón interior y una buena terraza. 

Es fácil llegar y aparcar. 

Curiosidades

La Mesedora además de ser un restaurante también es un hotel. En la planta de arriba disponen de algunas habitaciones disponibles para pernoctar.

Sin duda tienen las camareras más modernas de la ciudad y de la Comunidad Valenciana, Mese y Dora a pesar de que son sus empleadas más silenciosas y tranquilas no pasan desapercibidas entre todo el jaleo de la sala.

Nos vemos en los bares

Da gusto encontrar proyectos en los que hay mucha pasión, esfuerzo y ganas de hacerlo bien. Te sentirás más identificado o menos con las maneras de hacer pero lo que es indiscutible es que La Mesedora es un buen sitio para almorzar, es un sitio que no te va a dejar indiferente y si eres de aquellas personas que les gusta probar debes ir catar su propuesta. 

Si no sabéis como llegar echadle un vistazo al Mapa Esmorzaret.

Os dejo otros sitios regentados por gente joven, con ganas y con propuestas que empujan el esmorzaret al siguiente nivel.

BARES DE MERCADO

Intro

El otro día almorcé en un bar de mercado, en un bar magnífico, en el que desde 1985 tienen platos de toda la vida y en el que, si dispones de un poco de tiempo, te pueden preparar lo que quieras. Paco Blasco me cuenta que si un cliente quiere algo concreto y no lo tiene en su vitrina, sale por la puerta, entra al mercado, lo compra y se lo prepara al momento.

He ido al bar mercat de Aldaia por su calamar en salsa, es un plato que apenas lo encuentro y es un plato que me encanta, por su sabor, por el tomate y porque me transporta a la cocina de mi familia, y es que para mí la comida es eso: sabores y emociones.

El día de la visita de este post eran  vísperas de Pascua y mientras almuerzo, mis calamares al plato, en la terraza  oigo la conversación de la mesa de al lado sobre procesiones, cofradías y los recorridos que van a realizar, no entiendo nada, este universo me queda muy lejos, pero me encanta oír la conversación de fondo mientras mojo un poco de pan en la salsa de tomate. Son casi las 12h y como si de una risaga marina se tratase, una mesa de hombres mayores, que han alargado el almuerzo, dan el relevo a varios grupos de mujeres que llegan para tomar su cortado y su café con leche. Paco me comenta que las dinámicas, la clientela y la afluencia de la gente ha cambiado mucho en estos casi 40 años pero el café de las 12h se mantiene inalterable.

El Espacio

Ubicado en la parte exterior del mercado de Aldaia el ambiente de este bar es tranquilo con una clientela de mercado y una terracita con sombra desde la cual, los miércoles, se puede ver el bullicio del mercadillo que se monta alrededor del mercado municipal.  

El Esmorzaret

Tienen una vitrina con tortillas (de patata, habas, ajos tiernos, etc) magro con tomate, calamares en su salsa, panceta pimientos asados y demás. Lo que viene siendo una vitrina normal, con buen producto y con platos de siempre para que te puedan montar el bocadillo como quieras.

Cómo he comentado algo si tienes un antojo que no esté en la barra se puede pedir y en un momento te lo preparan.

El pan es bueno, las olivas partidas y los cacaus pelados

El Cremaet

Pues si os digo la verdad no tengo ni idea si preparan, la próxima vez que vaya lo pregunto.

Curiosidades

Lleva abierto desde 1985 y se le conoce, entre otras muchas cosas, por sus sandwiches de jamón y queso.  Su sandwich es sencillo y normales, sin más ingredientes que el pan, el jamón y el queso, son crujientes por fuera y aceitositos por dentro, de los que te comerías 3 de una sentada pero que la báscula te recuerda que tendrás que compensarlos de alguna manera.

Nos vemos en los bares

Voy menos de lo que me gustaría, normalmente voy cuando quiero disfrutar de un momento de almuerzo tranquilo sin más objetivo que almorzar. Ahora que he probado sus famosos sándwiches me voy a debatir entre pecar o seguir con mis calamares.

Bares de este estilo son los que me gusta encontrar, bares en los que la personalidad de sus propietarios y la vida del barrio han conformado su esencia y su oferta.

Os dejo algunos post de bares con un alma similar

Bar L’Institut

La primera visita que hice al Bar L’Institut de Ribaroja para almorzar fue un 3 de enero de 2019, por aquel entonces hice una breve review y la verdad es que me dejé muchísimas cosas por contar, a lo largo de estos años he vuelto en varias ocasiones y ya iba siendo hora de realizar una crónica más detallada y actualizada. 

El Bar L’institut es un referente de los almuerzos en Valencia, con una barra de surtido y una variedad espectacular que hacen que la gente se desplace a Ribarroja para echar la mañana y disfrutar del ritual valenciano del esmorzaret.

Desde ese 3 de enero de 2019 algunas cosas han cambiado y algunas otras se han mantenido, y me alegra contaros que las que han cambiado han sido a mejor y las que se han mantenido eran aquellas que hacían de L’institut un espacio único y memorable.

El espacio

El Bar está ubicado en frente de un Instituto, en una calle tranquila por la que a veces, intercalado con algunos coches, pasa un tractor o un carro tirado por caballos.

El local ha sido actualizado recientemente, lo que le da un aspecto más moderno y luminoso, su vitrina se ha adaptado a la gran demanda de almuerzos y su género luce radiante nada más entrar en el bar.

En su interior tiene un espacio de mesas frente a la vitrina y un salón comedor subiendo tres escalones. Dispone de una terraza estrecha y grande a lo largo de la acera con dos zonas, una con sol y otra con sombra.

El esmorzaret

Si nos metemos en faena gastronómica lo primero que voy a decir es que, desde mi humilde opinión, creo que su propuesta ha mejorado con el paso de estos años, se han preocupado por mantener un pan de horno de calidad, han introducido nuevos platos e mantenido sus propuestas del día tipo escabeches, guisos tradicionales y platos de toda la vida.

El Bar L’Institut es conocido por su gran surtido, sus bocadillos exclusivos, algunos de ellos diseñados por foodies de Valencia, por sus bocatas XXL y por su cremaet. Pero en esta review, y pese a que he probado bocadillos brutales como los que he comentado, voy a centrarme en su parte más tradicional.

Nada más entrar en la zona de la terraza me fijé que una mesa tenía una plato de Titania, así que ya tenía claro mi bocata principal, en cuanto crucé la puerta de entrada me quedé atónito con toda la variedad de platos que había y ahí empezó el dilema… croquetas, lagrimas de pollo fritas, habitas, longanizas, chorizos, pimientos verdes asados, tortillas, etc, etc, etc. Pero hubo dos cosas que me llamaron la atención: unas codornices escabechadas y unas manitas de cerdo a las que no les pude quitar el ojo de encima.

Pedí una tapita de manitas porque sabía, conociendo a Vicente, que algo más iba a caer y así fue… como por arte de magia apareció en mi mesa una tapa de calamares rebozados, sabrosos, bien fritos y crujientes.

Nota

Otro de los platos imprescindibles si se visita l’Institut es el rabo de cerdo frito, esta vez no cayó pero es un fijo que siempre me pido. 

Torreznos

Y otra de las cosas que nunca falla es el Pan que gastan, se lo traen de dos hornos, uno de Las Nieves de La Eliana y otro de Estíbaliz de Ribarroja.

El Cremaet

En esta ocasión no tomé cremaet pero como el ir y venir de este elixir valenciano en el Bar L’Isntitut es una constante desde las 9 hasta las 12h pude robar varias instantáneas del icónico carijillo quemado de L’Institut a base de ron, café, mondadura de limón y canela en rama, con una ligera espolvoreada de canela en polvo.

Curiosidades

Una de las cosas que no han cambiado y que es de admirar dado el gran volumen de almuerzos que sirven cada semana es que Vicente y su equipo siguen trabajando y esforzándose cada día para crear esa atmósfera de atención y buen servicio que tanto les caracteriza. Y debe de ser por eso que han salido en multitud de artículos, programas y galardonados con premios del almuerzo.

Nos vemos en los bares

Cada bar y restaurante tiene su sello, su espacio, su manera de hacer las cosas y su personalidad que se refleja en las propuestas gastronómicas, en como atienden a los comensales y también en las ganas de mejorar y evolucionar para seguir dando un servicio y una experiencia memorable al comensal. Así que os dejo algunos otros sitios para almorzar que para mi también tienen esa esencia y manera de hacer las cosas.

Ca Cent Duros

Ca cent duros es sin duda un lugar de culto para cualquier amante del almuerzo valenciano.

Ubicado en medio de la huerta valenciana reúne todos los ingredientes para que el almuerzo se quede grabado en la retina y en el paladar de cualquiera que lo visite. Respira tradición, buen producto, platos típicos valencianos como el all i pebre, el bocata de carne de caballo, el bacalao rebozado (abaecho), mollejas (lleterolas en valenciano), manitas, etc.

Lo visité por primera vez en 2017, cuando todavía la cuenta esmorzaret no había nacido, una amiga me contó que en un bar de Borbotó hacían un carajillo dulce en el que se se podían diferenciar el café, del licor y la crema. Me encantó el concepto y me generó una curiosidad brutal, así que fuimos para allá y probé mi primer cremaet.

Volví en 2018 para hacer una review pero desde entonces que no había regresado. Una de las cosas especiales de ir a almorzar a Ca Cent Duros es poder disfrutar de la huerta antes de entrar, toparte con un tractor que está haciendo una maniobra o pasear después del almuerzo viendo los campos llenos de alcachofas, cebollas o cacaus dependiendo de la temporada. Como he dicho antes para mi es un lugar de culto que reúne todas las condiciones para ser visitado más de una vez.

El espacio

Casa Cent duros o Ca Cent Duros se encuentra en Borbotó, en la zona de l’horta Nord. El bar se encuentra en el bajo de una casa antigua de pueblo y cuenta con un espacio interior y un patio a medio camino entre interior y exterior gracias a un toldo que pliegan o despliegan.

En el Patio tiene una zona de brasas, antiguamente se encendían los sábados pero ahora tras la pandemia no continuan han tenido que paralizar el tinglado.

El esmorzaret

A ver por donde empiezo porque en un mes he acudido 3 veces (en unos meses sabréis porqué),  en todas las visitas he probado cosas distintas, no tengo fotos de todo pero ahí va lo que más me ha gustado.

Bocatas

Sin duda si vas a Ca Cent duros tienes que probar su bocadillo de carne de caballo y su bocata de mollejas. La carne de caballo está cortada a filetes finos y está hecha al punto lo que hace cuando muerdes se rompa perfectamente, su sabor es más fuerte que la ternera, yo lo combiné con ajetes tiernos y patatas fritas… maravilloso.

Otro día probé el de mollejas con idéntica combinación (ajetes y patatas, pero esta vez le puse un poco de all i oli para darle más jugosidad), las mollejas son un espectáculo, son blanditas, tiernas y algunas de ellas con una pequeña crosta de maillard, su sabor es bastante suave y agradable. Las veces que he ido el pan muy bien.

Tapas 
  • Destacaría su bacalao rebozado, crujiente por fuera, muy tierno y en su punto por dentro, para mi gusto en el punto perfecto de sal y de sabor.
  • Oreja a la plancha, si hay oreja hay que probarla, ésta venía troceada, con algunos pelillos y de sabor intenso por el adobo.

El Cremaet

Amantes del cremaet, si no habéis probado este carajillo quemado ya va siendo hora. Debo reconocer que es uno de los cremaets más ricos y que más me han gustado desde que arranqué la cuenta. 

Es un cremaet de ron, de sabor dulce, con capas bien diferenciadas y con canela en polvo. Ya sabéis que no soy muy fan de este condimento en polvo en el cremaet, pero en este caso está puesto en la medida justa para que aporte un extra especiado perfecto.

Curiosidades

Ca Cent Duros lleva abierto desde 2012 y recibe su nombre por una anécdota que se remonta varias generaciones atrás. Hace muchos años el Bisabuelo de Vicente le prestó a un vecino del pueblo 100 duros de plata para que pudiera comprar ganado, lo que en principio debería haber sido un acuerdo privado y discreto entre ambas partes se hizo vox populi en el pueblo y con el tiempo acabaron llamando a la familia con el nombre de Ca Cent Duros y de ahí el nombre del restaurante.

 

Antiguamente te asomabas a la cocina mirabas todas las bandejas repletas de comida y elegías como querías el bocata, ahora por medias sanitarias covid el personal te canta en la mesa lo que hay y te montas el bocata.

Nos vemos en los bares

Os dejo algunas referencias similares para almorzar en medio de la huerta, con solera, con buen producto y fuera de la ciudad.