Intro
Ubicado junto al Mercado del Cabanyal el Bar Júcar lleva más de 60 años abierto. Es un local que ha tenido varios dueños pero desde hace 7 lo llevan David y su socio. La cocinera es top, la vitrina es guay y cada mañana a primera hora tienes un buen perol de all i pebre, caracoles y otras cosas varias con productos del mercado.
Nada más poner un pie en el local tuve el presentimiento de que el esmorzaret iba a ser de los espectaculares, y no me equivoqué. No sé si fue por el buen olor que salía de la cocina, el ambiente de los comensales o los ánimos del momento pero esa sensación de «esto promete» me pego directamente en el pecho.
El Espacio
Un local mediano, con grandes ventanas que dan a su terraza, era junio y estaban abiertas, en la calle hacía calor pero gracias a los ventiladores de techo se estaba muy bien. Si no me equivoco en su terraza y fachada da la sombra hasta las 12h aproximadamente.
Tiene varios mostradores y una cocina pequeña abierta. Llama la atención su pared forrada de fotografías del barrio, clientes y personalidades del Cabanyal
El Esmorzaret
El esmorzar fue para titanes, la visita al Bar Júcar fue propuesta por almorsaret como una de nuestras quedadas mensuales del concilio de almuerzos. Probamos tantas referencias que voy a ir al grano con su descripción.
Como resumen os diré que su bocata de la casa, las ancas de rana y sus zarajos sin un imprescindible de su carta.
Picaeta: buenas olivas y cacaus en corfa servidos en menaje de metal.
Amantes de los zarajos aquí vais a disfrutar. Zarajos suaves pero con sabor, cocinados al punto, jugosos, blanditos y turgentes.
Mollejas de gallina en salsa: blanditas, tiernas pero esponjosas
Un All i pebre: bueno, anguila sabrosa, turgente y con unas patatas al punto.
Las ancas de rana me fliparon, con un rebozado ligero y con una textura parecida al pollo pero con un sabor mucho más suave.
Un torrezno bueno, crujiente y con pimentón. Un pulpo sabroso y super agradable. Una oreja a la plancha intensa, con colágeno y buena.
Bocatas muy bien, los preparan al momento. Nos los sacaron de barra entera para compartir. A destacar el de la casa con su entrecot de ternera cortado ultrafino, conservado en aceite, ajetes tiernos, patatas a lo pobre y un all i oli hecho con leche.
El otro bocata era de carne guisada con patatas (en este punto había comido tanto que casi no lo pude disfrutar)
También nos sacaron unos figatells en cazuela, nunca los había comido así y el estilo me recordó al rostit de pollo que hacía mi abuela.
Lo rematamos todo con un cremaet y algún digestivo.
Curiosidades
Es un bar que lleva toda la vida en el barrio, su pared está forrada de fotografías tanto antiguas del barrio así como de personalidades singulares del Cabanyal.
Nos vemos en los bares
Hay bares con los que conectas, bares en los que tienes ganas de volver y compartir. El Bar Júcar ha despertado estas sensaciones en mí. Si la cosa no cambia y sigue así, es muy buen sitio si uno quiere disfrutar de un almuerzo con todo lujo de detalles y variedad.