LA REVOLTOSA BAR

Bueno bueno bueno, 

Pocos son los post que arranco con los «buenos» pero es que La Revoltosa Bar se merece una ola y no solamente porque tengan buen producto para almorzar o porque intenten elaborar platos y bocadillos tomando como punto de partida la tradición gastronómica familiar y añadirles un punch extra, si no también porque es de esos sitios en los que uno se encuentra muy a gusto.

El espacio

Barra – La Revoltosa Bar

Local pequeño, decorado con tonos cálidos y acogedor. Tiene varias mesas dentro y una terraza pequeña con una combinación de mesas altas y bajas.

Las veces que he ido me hubiera pasado toda la mañana en su terraza, viendo como los vecinos se paran a hablar entre ellos y se preguntan sobre sus cosas (jóvenes y mayores), me flipa esa vida de barrio.

El esmorzaret

Os adelanto que su tortilla de patatas me ha llegado al corazón, ¿sabéis esas tortillas sencillas pero que tienen algo especial? El mundo de las tortillas es muy subjetivo y ya sabemos que no hay dos tortillas iguales pero resulta que esa tortilla me recordó a la que hacía mi abuela, esa que me encontraba “por arte de magia” en la mesa la tarde que iba a visitarla y, ya sabemos como funciona esto, aplicando la regla del “ya que está hecha” terminaba cenando aunque fuesen las siete de la tarde.

Esgarraet, Titaina y tortilla

Y como parece ser que la cosa va de tradición y abuelas, deciros que el bocata que me comí está inspirado en un plato que hace la yaya de Javi: “La Marmita de la Yaya”. Podríamos decir que es como una titaina de embutidos (chorizo, morcilla y longaniza) sobre una capa de patatas pochadas. Bocata de guiso, de sabor intenso, con toques a especias dentro de un pan crujiente y agradable.

Marmita de la Yaya – Bocadillo

Y para cerrar el post ahí va una ráfaga de impresiones: 

  • Su ensaladilla está brutal
  • Su esgarraet me lo fulminé en un plis-plas
  • Sus calamares rebozados me los comería como si fuesen palomitas.
  • Su cremaet es uno de los mejores que he probado en Valencia.
Cremaet – La Revoltosa Bar

 

Curiosidades

Javi llevaba unos años retirado de la hostelería, encontró por casualidad este local en pleno Cabanyal y decidió jugársela, cuando iba a abrir estalló la pandemia, aguantó el confinamiento y en cuanto pudo levantó la persiana.

La «Marmita de la Yaya» es un bocata inspirado en un plato que cocina su abuela, cada vez que lo guisa triunfa tanto que se hacen colas alrededor del perol en fallas, cumples o eventos familiares.

Otras recomendaciones

Si lo que os molan son los sitios de esmorzaret donde se funde la tradición con la innovación o con un aire un poco más moderno no podéis dejar de echar un vistazo a los posts de Alenar Bodega Mediterranea, Bar Mistela o El Trinquet de Pelayo.

CERVECERÍA AQUARIUM

Introducción

El Aquarium es uno de esos lugares en los que parece que el tiempo no ha pasado, en el que el oficio, el servicio y la atención han permanecido inalterables, y eso es lo que le confiere su carácter y autenticidad.

Buen producto, cócteles hechos como se deben hacer, sin florituras ni adornos, tal y como marca el manual… comida sencilla pero de gran calidad y unos protocolos de servicio de los que da gusto ver, aquella manera de hacer que en ocasiones me recuerda a los bares de Madrid, reconozco que cuando eso ocurre, a veces, me siento descolocado, será por el desuso o por la poca costumbre que tengo en que me atiendan de esa manera seria pero correcta, tratándome de usted y con corbata.

Quizá no sea uno de los sitios que te vengan a la mente a la hora de hacer un esmorzaret pero creedme que vale mucho la pena probarlo.

El espacio

Un local de lo más particular, decorado con madera barnizada como si de un barco se tratase, con una amplia barra a la izquierda, con un mobiliario burgués con solera, mesas y sillas cuya altura está por debajo de lo habitual pero que por arte del regocijo te van acomodando de tal manera hasta que llegas al punto en el que cualquier coctel y plato que se te antoje entran fácilmente sin pensar en la cartera.

Dispone de una terraza cubierta con una pérgola en el exterior, la única pega es que la gran vía está tan cerca que el ruido de los coches es constante.

Aquarium – Terraza y fachada

El esmorzaret

Hacia meses que iba detrás de su bocadillo de solomillo con salsa tártara para almorzar, por fin le hinqué el diente y ahí va lo que sentí:

Solomillo tierno, hecho al punto, jugoso y sabroso, panecillo pequeño y esponjoso pero de tamaño justo para almorzar. Me dejó con aquella sensación agradable de que lo bueno en su medida justa dos veces bueno y ahora no puedo parar de pensar en ir a tomarme otro. Aprovecho este post para reivindicar que para disfrutar de un buen almuerzo no es necesario que la comida te salga por las orejas, si el material es bueno todo en su justa medida es mejor.

La picaeta consistía en cacaus fritos y pelados, muy ricos pero eché de menos unas aceitunicas.

Aquí no hacen cremaet porque hacen una cosa que casi os diría que me gusta más: El Rocafull, maravillosa bebida valenciana a base de coñac y café helado, antiguamente el Rocafull se agitaba con clara de huevo para generar la espuma pero actualmente con un buen café y una extracción de máquina no es necesario incorporar la clara de huevo. Es una lástima que esta bebida haya entrado en desuso y no se encuentre fácilmente, de hecho creo que en Valencia centro se puede encontrar en el Aquarium y en uno o dos locales más.

Curiosidades

Fue inaugurado en 1957 y se ha mantenido intacto y con la misma estética desde la riuá. Pero lo que poco se sabe es que este bar lleva abierto desde finales de los años 30 ya que antiguamente era el bar del Cine Gran Vía 55 y que por detrás de una de las paredes conectaba con esta emblemática sala de cine.

Y otra de los tesoros mejor guardados del Aquarium es su Aurora Boreal, coctel que aún no he probado pero que está hecho a base de Whisky, helado de vainilla (el mantecado que le llaman) y café helado.

Nos vemos en los bares

Es de esos sitios que da gusto ir, que te transportan a tiempos en el que el glamour, la elegancia y el saber estar era una actitud, me recuerda a las películas de los años 70, a la dolce Vita y a los bares y terrazas de Mónaco visitados por Aristóteles Onassis ¿Os lo imagináis haciendo un esmorzaret en el Aquarium? seguro que él quizá no fue pero más de una ilustre figura de la alta sociedad se sentó en una mesa del Aquarium y disfrutó como cualquiera de nosotros, porque al fin y al cabo de eso se trata, de disfrutar con la comida y de la buena compañía.

Otras recomendaciones

Si quieres disfrutar de un producto espectacular para almorzar no puedes dejar de visitar: Alenar Bodega Mediterranea y El Trinquet de Pelayo.

BERLANGA BAR

Introducción

Mucho me habéis preguntado por un sitio dónde almorzar en Benimaclet y hasta la fecha la verdad es que aún no había podido ir, ya he probado varios locales y pero aún tengo varios pendientes, así que para que la cosa no se alargue en el tiempo os voy a ir adelantando que el Berlanga Bar es fetén para ir a almorzar.

Berlanga Bar – Benimaclet

A modo resumen: ambiente de barrio, amplio surtido de barra, precios populares, dos terrazas con sol y sombra y un parque pegado para quemar las calorías del almuerzo.

El espacio

El interior del bar es pequeño pero con una gran barra y un surtido de los que dan gusto de ver. Y fuera cuenta con dos grandes terrazas.

Justo al lado tiene un parque con aparatos de gimnasia, así que es perfecto para ir con los peques y que corran.

El esmorzaret

Esta vez fui en plan healthy light y me pedí medio bocata de chipirones con habitas y ajos tiernos, el dueño me pegó un rapapolvo por haber llegado sobre las 11:15h cuando ya no quedaba en la barra los ingredientes de su bocata estrella: Lomo a la mostaza (hay que saber que no lo tienen cada día ya que lo que hacen es que lo alternan con su otro estrella… lomo con salsa casera de ajo aceite).

En cuanto a mi bocata, el pan era esponjoso y ligero, los chipirones jugosos y sabrosos, el punto de sal un pelín subido pero en resumen muy muy agradable. Como picaeta cayeron unos cacaus fritos con sal.

Bocadillo de chipirones

Hubo remate de cremaet y ahí va la descripción: cremaet de ron, con un toque dulce y ácido al final, pequeña mondadura limón en la superficie acompañada por unos granos de café.

Cremaet Berlanga Bar

Curiosidades

Llevan abiertos desde 1979, es un negocio familiar y ese pan tan agradable es de la panadería Isa, del mismo barrio.

¡Ah! y los martes hacen sangre con cebolla.

Despedida

Como me quedó pendiente probar su bocata estrella y como voy a seguir peinando la zona seguro que vuelvo para rematar la faena.

El ambiente y el surtido del Berlanga Bar me recordó a dos locales a los que les tengo mucho aprecio: la Cervecería Guimerá y el del Nuevo Oslo, así que si lo que os mola es un ambiente agradable, tranquilo y cercano, echadle un ojo a esos dos posts.

 

BAR ASENSIO

Nunca había oído hablar del Bar Asensio, y mira que llevan 30 años abiertos. Hace unas semanas se cruzó una foto de un bocata nivel gourmet que captó mi atención, era del Bar Asensio. Al cabo de unos días vi otro bocadillo que me gustó ¿y sabéis de donde era? Del Bar Asensio también, la cosa estaba clara: el esmorzaret iba a caer en breve.

Rótulo Bar Asensio

El espacio

Está situado en una calle de Picassent al lado de la Plaza del Mercat, es un bar pequeño, reformado y con una terracita a pie de calle. Las mesas guardan la distancia covid de seguridad y cuidan mucho los protocolos.

El esmorzaret

Iba con la idea de probar para almorzar alguno de los bocatas que había visto pero al ver la carta he encontrado tal oasis de bocadillos gourmet que he pensado… «hoy no los voy a poder probar todos, así que Joan, déjate aconsejar...» y eso he hecho, Jose Vicente me ha dicho que el mítico del Bar Asensio para esmorzar es el de Carne de caballo, patatas a lo pobre, tomate seco y ajos tiernos.

Me he dejado en sus manos y he disfrutado muchísimo, la carne era finita como el papel, con mucho sabor y con ese jugo caramelizado que queda de la plancha (el otro día aprendí que se llama reacción de maillard), las patatas a lo pobre estaban en su punto, nada aceitosas y con buen sabor a patata, el tomate seco le daba un extra de sabor y sal que me generaba la necesidad de encontrar trocitos de tomate para que mis papilas se volviesen locas, los ajos tiernos le daban un punto de jugosidad perfecto y si a esto le sumas que el pan estaba muy bueno (aunque a mi se me ha roto un poco por manazas)… hoy he visto el cielo con este almuerzo.

bocadillo de Carne de Caballo

He disfrutado del gasto, por varios motivos, las aceitunas eran buenas y carnosas, los cacaus pelados con buen sabor y en su punto de sal y como extra había pimiento en salmorra con un ligero sabor a comino, de normal no se encuentra y cuando lo ponen se agradece muchísimo.

El cremaet está hecho con un ron de la zona, Ron Mariel, de la destilería Ríos (ubicada en Silla). Es un ron oscuro y con un sabor intenso un tanto característico al que no estoy acostumbrado.

Cremaet – Ron Mariel

Curiosidades

Los tomates secos los hace el «Torrentí», un vecino del pueblo que tiene una verdulería, él mismo los cultiva y los hace en conserva. Podrían utilizar cualquier tomate pero ellos prefieren el tomate de pera, la verdad es que le da un punto salino especial y muy rico.

La carne de caballo es espectacular, desde siempre han utilizado «la chulla», comúnmente conocido como entrecot, la filetean finísima con la cortadora y así con un «vuelta y vuelta» está hecho.

Despedida

Una de las cosas que más me ha gustado a parte del buen esmorzar es que trabajan con producto y proveedores de la zona, hoy he aprendido varias cosas que los tomates secos los hace el torrente y que hay una destilería en Silla que hace ron entre otros licores y eso señores y señoras es lo que me flipa de ir visitando y conociendo lugares donde hacen del almuerzo valenciano algo memorable.

Os voy a enumerar los bocatas que me han quedado pendientes: el de pollo con salsa de curry, el de chipirones con mejillones en escabeche, el de bacalao a la andaluza, el de carrillada, el chivito de secreto y el almussafes roast beef… me da que tendré que regresar al menos 5 veces para almorzar.

El ticket – Esmorzaret

CASA LA CURRA

Introducción

No sé si es porque hacía muchos años que no iba, por el buen comboi del almuerzo, por el producto o por la solera de La Curra pero lo que tengo claro es que este almuerzo me supo a gloria.

Fuegos de la curra

El espacio

El espacio es muy grande, tiene un amplio comedor, un pasillo que lo une a la zona de la barra del bar, en este pasillo se encuentran los fuegos dónde se encuentra el surtido y donde se puede ver como cocinan a leña el producto y las paellas.

El esmorzaret

Como ya os he comentado disfruté mucho del almuerzo, fue un esmorzaret reposado, en la terraza y en buena compañía.

Surtido esmorzaret – La Curra

La dinámica de la curra es un tanto peculiar, al llegar lo primero que hay que hacer es echarle el ojo a una mesa, luego acudir al pasillo dónde están los fuegos y elegir el contenido del bocadillo, tienen un surtido sencillo pero muy bueno, tortillas, embutido, morcillas, patatas y pisto… y me comentó que según lo que se pida también te lo pueden hacer al momento, yo me limité a lo que había junto a la lumbre e hice un «ponme de todo», así es que me quedó un bocata muy majo y bueno: tortilla de patatas con cebolla, longaniza, morcilla y pisto. El Pan era bueno y el contenido también así que perfecto.

Bocadillo de tortilla, embutido y pisto

Tengo que reconocer que el gasto no lo probé, básicamente porque estaba expuesto en una mesa al entrar al alcance de cualquiera y la verdad ahora con todo el tema covid soy bastante precavido.

Cremaet de Casa La Curra

Para rematar pedimos cremaets, para mi gusto demasiado dulce y un poco aguado.

Curiosidades

Situado a las afueras de Torrente, este restaurante años atrás hacía las funciones de un venta dónde los vecinos de los pueblos colindantes bajaban para comprar ya que antiguamente también era un ultramarinos, actualmente a la vez de bar y restaurante también es panadería y estanco.

Despedida

El almuerzo es una experiencia en la que juegan muchos factores, el sitio, la compañía, el producto, la solera, etc… y cuando un lugar aúna varios de ellos es para repetir todos los días.

Me han chivado que sus paellas a leña y chuletas de cordero son espectaculares, habrá que probarlas.

Paella La Curra

Otras recomendaciones

Si eres de los que te flipan los sitios con solera te recomiendo visitar Casa Herminia, el Bar Cristobal o la Taberna Amparín,

BAR L’ABORDATGE

Introducción

En verano una de las cosas que más apetece son las terracitas, el mar, la playa, los amigos y cosas fresquitas, así que, como renunciar al almuerzo no es una opción posible, lo que hicimos fue mezclar todos esos factores y fuimos a almorzar al restaurante L’abordatge de la Pobla de Farnals.

«El esmorzaret es una tradición y un ritual. La cultura del almuerzo viene de cuando los agricultores hacían una parada a media mañana para comer algo y reponer fuerzas. A día de hoy, en Valencia, el almuerzo se ha convertido en toda una religión» .

El espacio

L’abordatge es un restaurante pequeño, decorado por dentro como si fuese un antiguo barco, con motivos náuticos y madera barnizada, donde sirven comidas, cenas y almuerzos.

Está situado al final del puerto de la Pobla de Farnals, en un pequeño complejo de locales donde se mezclan restaurantes y negocios de actividades acuáticas.

Tiene una terraza grande a la sombra que está dividida en dos espacios, una parte se encuentra bajo un toldo grande y la otra bajo un pasaje que hace el complejo de locales. Dentro del local hay unas cuantas mesas.

El esmorzaret

Llegamos sobre las 10h y la terraza estaba llena, buena señal, dado que no reservan estuvimos esperando un rato y tras unos 30 minutos conseguimos una mesa.

Lo primero que siempre hago al llegar a un local es echar un vistazo a su vitrina, y ¡bingo! el material tenía muy buena pinta… así que me senté y cuando vino el camarero le pregunté si tenían algún bocadillo estrella, me dijo que no pero que la carne de caballo estaba estupenda… así que ¡doble bingo! pedí uno de carne de caballo, patatas fritas y pimientos asados… y fue todo un acierto: el pan era crujiente y muy bueno, la carne fina y en su punto, las patatas me parecieron lo más, cortadas en rodajas, crujientes por los bordes y tiernas por dentro, los pimientos le daban un punto de jugosidad en el que contrastaba el toque dulce de los rojos con el más fuerte de los verdes.

Bocadillo de carne de caballo

Pedimos también una ensalada de tomate, tenía mejor pinta de lo que era, estaba bien pero no era como para soltar un ¡Brutal!. Los cacaus del collaret, pequeños y con mucho sabor y las aceitunas bien, una mezcla entre partidas y manzanilla.

Mis compañeros de esmorzaret se pidieron otros bocadillos, uno de ellos un clásico que no puede faltar en cualquier almuerzo: tortilla de patatas con longaniza. Mientras que el otro bocata haría la boca agua a cualquier amante de la carne: Revuelto de chistorra con unas longanizas extras.

En este comboi también venían niños, y me alegró ver como adaptaron el almuerzo a sus necesidades, sacaron unas tostaditas más blandas con tomate y jamón York a la plancha.

La cerveza en litrona y el agua en botella de litro, como dijo uno de los integrantes del comboi:

«Almorzar con una buena litrona le da un punto romántico al esmorzaret»

Y creo que tiene toda la razón, los aspectos costumbristas y desprovistos de glamour del almorsaret es lo que imprime la personalidad y autenticidad a este momento dónde el objetivo es disfrutar de la comida y de la compañía sin adornos ni florituras.

No tenían cremaet y nuestro gozo en un pozo, pero bueno, nos pedimos unos cafés y debo reconocer que me sentó de categoría, negro como el azabache y con espuma densa.

Café solo – L’Abordatge

Curiosidades

He almorzado en dos ocasiones en la Pobla de Farnals y en las dos ocasiones tenían en sus vitrinas chorizos criollos, en el primero no me llamó la atención porque estaba regentado por unos chicos de Uruguay pero ayer en L’abordatge también vi que los tenían, será coincidencia pero es un tipo de chorizo que no se suele ver en los surtidos del almuerzo valenciano.

Despedida

En verano el cuerpo me pide almorzar en sitios así, cerca del mar, con producto fresco y con amigos, de aquí a lo que queda de meses de calor voy a intentar que todos los almuerzos sigan este patrón. Así que si pensáis igual que yo y os apetece almorzar en un sitio costero os recomiendo que echéis un vistazo al post que hice sobre el Casino del Perelló.

ALENAR BODEGA MEDITERRÁNEA

Un trocito de mediterráneo destilado en una pequeña bodega del centro de Valencia, así definiría mi experiencia a cualquiera que me preguntase sobre el almuerzo en Alenar.

Carta – Bodega Alenar

Muy cerca de la plaza del ayuntamiento Jordi decidió abrir una taberna donde servir producto de gran calidad manteniéndose fiel a sus raíces, sabores y olores de su infancia… Así que, cuando se puso a trabajar con Carlos y Tomi (Twomany chefs) para diseñar su carta la premisa era clara: Todo debe respirar y oler a la Marina Alta y al mar que baña la comarca valenciana.

El espacio

Local pequeño, con un mobiliario de aquellos bares antiguos de toda la vida pero con un aire actual, mesas y barra de mármol, sillas de madera estilo onet, un mural maravilloso de un banco de caballas pintado por Gisela Talita conforman un espacio en el que apetece tomarse un vino, una cerveza, una tapa y un «esmorzar» de nivel.

El esmorzaret

Voy a ir al grano, me pareció una almuerzo brutal: brutal por el producto, brutal por los sabores, brutal por lo bien combinados que están y lo cuidado de cada uno de los detalles de cada bocadillo, plato y salsa. Para mí es el claro ejemplo de un gastro esmorzaret, un almuerzo sencillo pero bien pensado, un almuerzo de los de toda la vida, con sus ingredientes tradicionales del mediterráneo trabajados para sacarles todo su potencial.

Ya sabéis que soy muy fan de las Gildas, así que en cuanto las vi en la carta no pude resistir pedir unas cuantas.

Arrancamos con una ensalada espetacular, basada en la tradicional Coca de la Safor: fresca, sabrosa y con un toque a brasa que me dejó muy loco… fruto del tostado a fuego que le dan al capellán. La ensalada va acompañada de un panecillo hecho con masa de coca en un horno de Ontinyent.

Ensalada Coca de la Safor – Bodega Alenar

Probamos 4 bocadillos y… Señores y señoras, a cada cual más bueno. Empecé por el de sabores más ligeros y frescos, el de caballa con pimientos, directamente me catapultó a las cenas de verano a la fresca. Luego probé el bocadillo de pollo al ast con patatas, casi lloro al recordar los sabores de la cocina de mi abuela… puedo parecer exagerado pero cuando la comida me lleva a momentos del pasado me parece una maravilla. Volviendo al pollo os tengo que decir que la carne era sabrosa, tierna y con matices a especias y si esto te lo encuentras dentro de un pan crujiente y ligero puedo afirmar que se ha convertido en uno de mis bocadillos TOP de Valencia para almorzar.

Llegó el turno del bocadillo de figatells, un clásico del almuerzo valenciano, simplemente diré que no he probado figatell más bueno. Las habitas, de 10, tiernas y turgentes en su justa medida.

Bocadillo Figatells con habas – Bodega Alenar

Y por último, otro clásico del esmorzaret con nombre propio, la brascada de luxe… la foto habla por si sola pero os voy a contar algunas cosas que seguro que os gustará saber: la carne está cocinada inspirándose en el pastrami pero de una manera más sencilla: se marina, se cuece, se enfría y se lamina… esto my friends le da un sabor muy fino. Por otro lado, la cebolla se cocina con un fermento y eso my friends también marca la diferencia (este tipo de cosas no las suelo poder percibir pero son los detalles que hacen que me flipe un bocadillo).

Bocadillo de Brascada – Bodega Alenar

Y llegó el turno de los cremaets, sabía que tenían un postre inspirado en la joya de la corona del almuerzo valenciano, difícil reto, así que fui que puse toda la carne en el asador: pedí un cremaet normal y un tiramisú de cremaet. Y ahí va mi reflexión, me pareció un acierto la manera de fusionar estas dos maravillas, y creo que es muy complicado hacer una reinterpretación del cremaet en formato postre ya que el cremaet por si solo tiene mucha personalidad. He probado varios postres inspirados en este combinado pero ninguno me ha gustado hasta que he probado este, y creo que es, en mi humilde opinión, porque sigue siendo un postre pero que te transporta a los sabores del cremaet y no es un cremaet hecho postre… ¿me he explicado bien? espero que sí y si no, lo mejor que podéis hacer es probarlo vosotros mismos.

Curiosidades

Una de las cosas que más llama la atención es que todos estos manjares los hacen únicamente con un horno que tienen detrás de la barra, toda la carta está diseñada para que se pueda hacer sin necesidad de fogones o una cocina completamente equipada y eso, yo que he llevado un restaurante en el que nos enfrentamos con la misma situación, me parece una genialidad.

En estos tiempos que estamos viviendo, post covid y con todas las medidas de higiene, me encantó ver y percibir que para Jordi, y todo su equipo, era una prioridad hacer las cosas bien, parece una obviedad pero como comensal se agradece mucho y seguramente es un reflejo de como afrontan muchos otros aspectos del día a día.

Para despedirme voy a ser breve, me flipan los sitios en los que el producto está cuidado al más mínimo detalle y donde hay una historia y un porque de las cosas, Alenar bodega mediterránea tiene esas dos cosas y por eso estaba claro que debía tener una tercera cosa… la insignia esmorzaret.

Bodega Alenar

Otras recomendaciones

En la linea de este gastro esmorzaret quizá os guste también visitar otros espacios en los que se respire una pasión y cuidado del producto tales como el Rausell, el Bar Mistela o el Trinquet de Pelayo.

EL ASTRÓNOMO

La sencillez hecha grande, es lo que se me viene a la cabeza para expresar las sensaciones cada vez que he comido en el Astrónomo… no sabría decir exactamente que es pero hay lugares en los que cuando entras todo parece funcionar, dónde las cosas parecen estar colocadas dónde tienen que estar, son sensaciones imperceptibles pero es lo que hace que quieras volver, repetir y pasar un buen rato disfrutando de la comida con los amigos… pues esto señoras y señores es lo que sucede tanto en el Astrónomo como en el Observatorio… Sergio Mendoza es ese mago en la sombra que, como si de un director de arte se tratase, aplica la proporción áurea del diseño tanto al espacio como a los platos.

La cocina del astrónomo

El Astrónomo acaba de entrar en mi TOP 5 de espacios Gastroesmorzaret, así que a partir de ahora veréis la Insignia Esmorzaret en su puerta.

El espacio

Ubicado al lado del mercado de Jesús, el Astrónomo respira sencillez, una atmósfera entre tradición y modernidad difícil de explicar, donde se mezcla mobiliario dispar, piezas antiguas vueltas a la vida y lamparas de diseño hechas a mano.

Dispone de mesas tanto dentro como en la terraza.

El esmorzaret

En el astrónomo le han dado una pequeña vuelta, gastronómicamente hablando, al esmorzaret. A cada plato le dan un punch extra que no te esperas y que mola mucho, por ejemplo: las aceitunas están ahumadas, los altramuces los sirven con mantequilla y sal negra, al mítico bocadillo de panceta con coliflor lo catapultan a otro nivel gracias a su mayonesa hoisin y al hecho de cocinar la panceta a baja temperatura… y así en cada plato hasta llegar al cremaet.

Cada uno de los elementos del almuerzo valenciano se pide por separado, así cada uno estructura como prefiere picaeta, tapas, bocadillos y café.

Nosotros arrancamos con unos licuados de apio para beber, sí… habéis oído bien y al verdad es que me encantó, refrescante, ligero y no mata el sabor de ninguno de los platos, también os tengo que decir que tienen cerveza, vino, agua… y gin tónics para luego.

Arrancamos con las aceitunas ahumadas y los altramuces con mantequilla los cuales me parecieron brutales.

El gasto – Astrónomo

Continuamos con los bocatas, probamos los 3 y me gustaron los todos pero tengo que decir que cuando regrese me pediré de nuevo el de panceta con coliflor y mayonesa hoisin, ¡me encantó!. Y ojo porque el de sepia a la brasa con jamón y alioli también me pareció brutal, equilibrado y una mezcla de sabores de esas que te piden otro bocado. Y por cierto, una de las cosas que más valoré es el increíble pan con el que trabajan, ligero, sabroso y crujiente.

Bocadillo panceta, coliflor y mayonesa hoisin

Y para terminar tuve que tirar de las orejas a Sergio porque no tenía cremaet, pero raudo y veloz se puso manos a la obra y a partir de ahora ya lo tienen en su carta.

Me pareció un almuerzo sabroso, de cantidad perfecta para poder continuar con la mañana y con un precio acorde con la calidad, así que como frase final os diré que ya tengo ganas de volver.

Si queréis echar un vistazo a otros espacios donde encontrar lo que yo considero lugares de «Gastro Esmorzaret» no dudéis en visitar, entre otros, los siguientes posts:

CERVECERÍA BAR GUIMERÁ

Al principio de la calle Guimerá se encuentra esta cervecería que tras varias generaciones familiares sigue al pie del cañón alimentando al personal, tanto para almorzar como para comer Jose se encarga de que la tradición familiar siga viva.

Bar Guimerá

Uno de los indicadores más fiables para saber la calidad del almuerzo de un bar es la clientela, si el bar está lleno de ciclistas, agentes de la ley u obreros has dado con el lugar adecuado.

El Espacio

Una de las cosas que más me gustó fue el ambiente que se respiraba en la hora del almuerzo, me sentí como si fuera el bar de mi barrio de toda la vida, en el que te encuentras cómodo y relajado. Compartí hora del almuerzo con policías, gente mayor del barrio, con un grupo grande amigos que habían hecho un buen comboi y con algunas parejas jóvenes, cada uno iba y venía pero se notaba que en cuanto se sentaban era para disfrutar de ese momento, pausado y sin prisas.

El Esmorzaret

Al entrar te reciben los platitos del gasto y a medida que avanzas por el local te encuentras el género en perolas y bandejas sobre la barra, todo tiene una pinta genial, yo me decanté por uno de sus bocatas estrella: patatas con cebolla, chistorra y huevo… buen pan, buen producto y un 10 por tener cerveza Warsteiner Non-Alcoholic, cerveza que no tiene nada que envidiar a su hermana con alcohol. Cacaus pelados con sal y aceitunas conforman el gasto.

Bocadillo de chistorra con huevos fritos y patatas a lo pobre – esmorzaret – Bar Guimerá

Curiosidades

Siempre que quieras sentir la sensación de comer en casa de tu abuela este es tu sitio. Si vas en coche la zona no es fácil pero por suerte tienes el parking de abastos más o menos cerca. Abierto todos los días, de lunes a domingo. Es un negocio familiar que lleva años manteniendo viva la tradición del almuerzo valenciano.

El almuerzo más seguro de la ciudad, si entras en un bar y está lleno de agentes de la ley quiere decir que has dado con el lugar adecuado. Esto es lo que sucede en la Cervecería Bar Guimerá 1973. Comida casera y local acogedor.

Café – Bar Guimerá

A DESTACAR

  • Localización: , Valencia
  • Horario: De lunes a Domingo.
  • No tienen terraza.
  • Buen Ambiente, familiar y de barrio.
  • Almuerzo: Surtido en Barra.
  • Gasto: aceitunas y cacaus pelados.
  • Cremaet: No.
  • Precio esmorzaret completo: 4,5€. (Almuerzo Popular)