Ca cent duros es sin duda un lugar de culto para cualquier amante del almuerzo valenciano.
Ubicado en medio de la huerta valenciana reúne todos los ingredientes para que el almuerzo se quede grabado en la retina y en el paladar de cualquiera que lo visite. Respira tradición, buen producto, platos típicos valencianos como el all i pebre, el bocata de carne de caballo, el bacalao rebozado (abaecho), mollejas (lleterolas en valenciano), manitas, etc.
Lo visité por primera vez en 2017, cuando todavía la cuenta esmorzaret no había nacido, una amiga me contó que en un bar de Borbotó hacían un carajillo dulce en el que se se podían diferenciar el café, del licor y la crema. Me encantó el concepto y me generó una curiosidad brutal, así que fuimos para allá y probé mi primer cremaet.
Volví en 2018 para hacer una review pero desde entonces que no había regresado. Una de las cosas especiales de ir a almorzar a Ca Cent Duros es poder disfrutar de la huerta antes de entrar, toparte con un tractor que está haciendo una maniobra o pasear después del almuerzo viendo los campos llenos de alcachofas, cebollas o cacaus dependiendo de la temporada. Como he dicho antes para mi es un lugar de culto que reúne todas las condiciones para ser visitado más de una vez.
El espacio
Casa Cent duros o Ca Cent Duros se encuentra en Borbotó, en la zona de l’horta Nord. El bar se encuentra en el bajo de una casa antigua de pueblo y cuenta con un espacio interior y un patio a medio camino entre interior y exterior gracias a un toldo que pliegan o despliegan.
En el Patio tiene una zona de brasas, antiguamente se encendían los sábados pero ahora tras la pandemia no continuan han tenido que paralizar el tinglado.
El esmorzaret
A ver por donde empiezo porque en un mes he acudido 3 veces (en unos meses sabréis porqué), en todas las visitas he probado cosas distintas, no tengo fotos de todo pero ahí va lo que más me ha gustado.
Bocatas
Sin duda si vas a Ca Cent duros tienes que probar su bocadillo de carne de caballo y su bocata de mollejas. La carne de caballo está cortada a filetes finos y está hecha al punto lo que hace cuando muerdes se rompa perfectamente, su sabor es más fuerte que la ternera, yo lo combiné con ajetes tiernos y patatas fritas… maravilloso.
Otro día probé el de mollejas con idéntica combinación (ajetes y patatas, pero esta vez le puse un poco de all i oli para darle más jugosidad), las mollejas son un espectáculo, son blanditas, tiernas y algunas de ellas con una pequeña crosta de maillard, su sabor es bastante suave y agradable. Las veces que he ido el pan muy bien.
Tapas
- Destacaría su bacalao rebozado, crujiente por fuera, muy tierno y en su punto por dentro, para mi gusto en el punto perfecto de sal y de sabor.
- Oreja a la plancha, si hay oreja hay que probarla, ésta venía troceada, con algunos pelillos y de sabor intenso por el adobo.
El Cremaet
Amantes del cremaet, si no habéis probado este carajillo quemado ya va siendo hora. Debo reconocer que es uno de los cremaets más ricos y que más me han gustado desde que arranqué la cuenta.
Es un cremaet de ron, de sabor dulce, con capas bien diferenciadas y con canela en polvo. Ya sabéis que no soy muy fan de este condimento en polvo en el cremaet, pero en este caso está puesto en la medida justa para que aporte un extra especiado perfecto.
Curiosidades
Ca Cent Duros lleva abierto desde 2012 y recibe su nombre por una anécdota que se remonta varias generaciones atrás. Hace muchos años el Bisabuelo de Vicente le prestó a un vecino del pueblo 100 duros de plata para que pudiera comprar ganado, lo que en principio debería haber sido un acuerdo privado y discreto entre ambas partes se hizo vox populi en el pueblo y con el tiempo acabaron llamando a la familia con el nombre de Ca Cent Duros y de ahí el nombre del restaurante.
Antiguamente te asomabas a la cocina mirabas todas las bandejas repletas de comida y elegías como querías el bocata, ahora por medias sanitarias covid el personal te canta en la mesa lo que hay y te montas el bocata.
Nos vemos en los bares
Os dejo algunas referencias similares para almorzar en medio de la huerta, con solera, con buen producto y fuera de la ciudad.